De Fundamento
Sobre de esta tierra dura
caminando el hombre va,
y a cada paso que da
se acerca a su sepultura.
Es en el canto de argumento, o canto con fundamento, donde nuestra décima alcanza su más alta expresión, al punto que se hace casi imposible discernir qué glosa proviene de pluma docta y cuál de inspiración popular. Y ni falta que face profundizar en ello, pues el anónimo repertorio proviene de ambas vertientes que el tiempo y la tradición se han encargado de confluir en un solo cauce.
Estas son las décimas que dan prestigio al cantor, tanto que bien puede éste prescindir de rival alguno para deleitar a la concurrencia con un sustancioso recital de profundos razonamientos, dichos para escuchar con hondura y seriedad.
Si de contrapunto se trata, nada mejor que el canto de argumento para calar el fuste de los rivales y cantar quién canta opinando y quién canta por cantar. Porque se puede ser ingenioso en las preguntas y respuestas; se puede ser muy pícaro en el humor subido y en el gracejo, como se puede ser muy memorioso evocando pasajes y fechas de la historia sagrada y profana. Pero glosar razones que satisfagan al público soberano, arrancando gestos de aprobación a hombres y mujeres por igual; arrojando rayos de la luz sobre el oscurantismo organizado y clavando verdades como dardos en las mentes, donde apenas titilaba la intuición, eso es cantar de fundamento.
Una victoria así no deja lugar a dudas en el juez, ni a resentimientos en el rival vencido, ni a fanfarronadas en el vencedor; pues no puede ser petulante quien gana cantando de argumento. Este será, de seguro, un maestro cantor con la sobriedad de un profeta y la gravedad de un patriarca.
LAS AVES QUE HICIERON NIDO
Las aves que hicieron nido
en árbol de hojas cargado,
porque lo ven deshojado
le miran desconocido.
1
Cuando frondoso y risueño
ostentaba su verdor,
todas en su derredor
le cantaban con empeño;
mas hoy, que es un seco leño
por el tiempo envejecido,
no recuerdan que han tenido
en él su albergue adorado,
y por eso lo han dejado
las aves que hicieron nido.
2
Vanas y sin reflexión,
no advirtieron que hay mudanzas,
cifraron sus esperanzas
en su opulenta extensión;
creyeron su duración
eterna y a tal estado
que necias le han halagado
por su propia utilidad,
buscando seguridad
en árbol de hojas cargado.
3
Mas apenas dura suerte,
el tiempo empieza a secarlo,
todas procuran dejarlo
burlándose de su muerte:
huyen de él y si se advierte
que otro está mejor parado,
vuelan a él y de contado
le adulan, forman su nido
y ríen del desvalido
porque lo ven deshojado.
4
Muere en fin y tan ingratas
que, viéndole ya sin vida,
solemnizan su caída
con armónicas sonatas.
Unánimes vuelan gratas
en torno del nuevo nido,
y si por algún descuido
pasan junto al desgraciado,
por que se hala inanimado
le miran desconocido.
Sobre el mismo tema de esta glosa, hay una décima que desde hace mucho se cantan en Lima como vals criollo, cuya cadencia nos recuerda ese género llamado estilo en Argentina y Uruguay:
Quejoso estaba un olivo
por la ingratitud de un ave
que en furiosas tempestades
en él buscara su asilo;
y cantándole en su estilo
decía con eco triste:
“Cuando de mí te serviste
“venías tarde y mañana;
“te retiraste ufana
“cuando sin hojas me viste!…
“Ave que feliz reposas:
de tus alas no presumas,
… etc… etc…
Fuente: Vargas Ugarte, Cantares, Lima 1963: 77-78.
¡AY! LOCA ESPERANZA VANA
¡Ay!, loca esperanza vana,
cuántos días ha que estoy,
engañando el día de hoy
y aguardando el de mañana.
1
En una cárcel cautivo
donde es acreedor el Rey,
sufriendo estoy de la ley
el rigor más excesivo;
ya el sepulcro ensayo vivo
por ser muerte muy cercana
la de una prisión tirana
que en un centro, ni aun ligera
recreación hay siquiera,
¡ay!, loca esperanza vana.
2
El bien muy ligero viene,
el mal camina muy lento,
aquel alegra violento,
éste a matar se detiene;
así, a mí me lo previene
el mal que experimento hoy,
que de muerto señal doy
aunque vivo, porque es cierto
que en lo lento, oliendo a muerto
cuántos días ha que estoy.
3
Un día y otro pasa ledo,
un mes y otro mes me paso;
todos andan yo me atraso,
todos pasan yo me quedo.
En vez de andar retrocedo
a la miseria en que estoy.
Otro Sísifo yo soy
en no acabar mi tormento,
y de momento en momento
engañando el día de hoy.
4
Aquí entra ya mi cordura
de que es temporal congoja,
que este fin tiene y afloja
y la eterna siempre dura;
de esta santa conjetura
a la suerte apelo humana,
que un día pierda otro gana
porque es varia, y así quedo,
pasándola hoy como puedo
y aguardando el de mañana.
Fuente: Vargas Ugarte: Cantares, Lima 1963: 64-65
TAN SOLO POR NO PEDIR
Tan sólo por no pedir
me paso con lo que tengo;
porque descubre su falta
todo aquel que anda pidiendo.
1
A mí me hicieron llorar
lágrimas contra la tierra.
Y, andando por la esfera,
nadie me pudo auxiliar.
Señores, voy a contar
también les voy a decir,
que dejaré de vivir
o se ha de acabar el mundo,
me verán andar desnudo
tan sólo por no pedir.
2
Un amigo me prestó
por una casualidad,
no supe la falsedad
con que él me proporcionó:
él hablando se quedó
que yo le estaba debiendo;
por detrás le estaba oyendo
con gran dolor y tormento,
y por este sentimiento
me paso con lo que tengo.
3
Tengo un hermano querido
a quien mucho le aconsejo
que se mire en el espejo
por lo que me ha sucedido.
No hay un amigo querido
pa’ quien descubre su falta.
Ni las amistades altas
lo vienen a recordar.
No debe el pobre prestar
porque descubre su falta.
4
Mi compadre, mi comadre
no me dicen la verdad,
no me vienen a consolar
ni más luego ni más tarde,
así me vean con hambre,
desnudo y andar debiendo:
“Compadrito, ya no tengo”
“¡Ay, Señor, que voy a hacer!”
Esto echa ya de ver
todo aquel me anda pidiendo.
Fuente: José Matos Mar y Jorge Carbajal: “Erasmo (Muñoz), yanacón del valle de Chancay”, IEP,
Lima 1974: 89-90
QUIEN TEMPRANO SE LEVANTA
Quien temprano se levanta
abandonando su dueño,
pierde una hora más de sueño
y cualquier visión lo espanta…
1
El hombre madrugador
acaba con su existencia
y sin tener complacencia
es conocido su error;
porque con tanto rigor
su pobre cuerpo maltrata
cuando descanso le falta
a ese cuerpo maltratado.
Vas a la ruina sin cuidado
quien temprano se levanta.
2
Ni los mismos animales,
que son de razón privada,
trabajan de madrugada
siendo ellos irracionales.
Saben que el descanso vale
y que en todo tiempo es bueno
para después, con empeño,
empezar con toda fuga.
Loco es el ser que madruga
Abandonando su dueño.
3
La noche es para soñar,
hasta que el día refresca,
y cuando el día amanezca
en el día a trabajar.
¿Por qué me he de levantar
a que me tome el sereno,
siendo el tiempo tan pequeño
para descansar?… Ya he dicho:
quien madruga por capricho
pierde una hora más de sueño.
4
Aunque digan que soy flojo
mi cuerpo yo no lo ultrajo.
Cuando salgo del trabajo
a descansar me recojo.
Mi lecho no lo despojo
antes de mi hora exacta.
Quien sale por suerte ingrata
ve algún espíritu malo,
puede darse con el diablo
y cualquier visión lo espanta…!
Fuente: Procede de Lima. Repertorio de Carlos Vásquez.
QUIEN BUSCA MUJER CON HIJOS
Quien busca mujer con hijos
ha tenido mal antojo:
lleva cuervos a su casa
que le han de sacar los ojos.
1
La mujer de buena ley
vive muy agradecida
por haber sido admitida
con hijos que no son de él.
Luego dice la mujer:
“El amor de este hombre es fijo,
con obediencia me rijo
a cumplir su menor orden”.
Oiga bien mis versos pobres
quien busca mujer con hijos.
2
Hasta le dicen “¡papá!”
cuando hay algún chiquitín,
y cuando ya llega el fin
con el mal pago le da.
Es rara casualidad
un entenado amoroso,
obediente y respetuoso
para su padre adoptivo.
Por esta razón yo digo,
ha tenido mal antojo.
3
Desde que a su casa llega
lo miran ya con malicia.
El hombre los acaricia
y la mujer los enseña.
Entonces ellos se apegan,
aunque a lejos distancia.
Cuando de verlo se cansan
lo juzgan si es malo o bueno.
Quien se hace de hijos ajenos
lleva cuervos a su casa.
4
Cuando llega a crecer
mejor de ellos hay que huir:
no puede usted corregir
por nada a esa mujer.
Si usted llegara a tener
con la mujer un enojo,
se miran unos a otros
ya listos y preparados
los cuervos que uno ha criado
que le han de sacar los ojos.
Fuente: Procede de Lima. Repertorio de Carlos Vásquez.
POR NINGUN MOTIVO ES BUENO
Por ningún motivo es bueno
descubrir su pecho a nadie;
ninguno guarda un secreto
como aquel que no lo sabe.
1
Ni en más íntima amistad
nunca descubras tu pecho
de lo malo que hayas hecho,
porque es una vanidad.
Yo te aconsejo en verdad
con espíritu sereno:
quien sepa callar lo ajeno
nunca encontrarás tampoco.
Descubrir su pecho a otro
por ningún motivo es bueno.
2
Por más amistad que tenga
con tu amigo de más centro,
siempre se llega el momento
y le ha de picar la lengua.
Venga a verte el mal que venga
serán menores tus males
si de tu pecho no sale
ese secreto imposible.
Yo te digo que no sirve
descubrir su pecho a nadie.
3
Varios casos han pasado
por no tener precaución,
resultar en la prisión
el día menos pensado.
Hay que ser, pues, recatado
y callado por completo.
Muchas veces en pleito
te divulga el mismo amigo.
Con experiencia te digo:
ninguno guarda un secreto.
4
Ni a tu primo ni a tu hermano
le consultes un delito,
porque si le come el pico
se lo cuenta al parroquiano,
y todo el género humano
ya lo va a saber más tarde.
Por eso, ni a tu compadre
descubras nunca tu error;
no hay quien lo guarde mejor
como aquel que no lo sabe.
Fuente: Parece original de Hijinio Quintana. Comunicó Porfirio Vásquez.
CONFIESO AL MUNDO QUE TUVE
Confieso al mundo que tuve
una hijita en mi comadre;
después me casé con ella,
fui su padrino y su padre.
1
Cuando yo era libertino,
suceso contaré yo,
lo que a mí me sucedió
con la mujer de un amigo:
el fue a su lejos destino,
en su casa yo estuve;
allí quebranté virtudes
más sagradas de la tierra;
un compromiso con ella
confieso al mundo que tuve.
2
Cuando a su vuelta encontró
su mujer embarazada,
como allí nadie estaba
sólo a mí se me culpó;
mas la mujer me animó,
me dijo: “No te acobardes,
tú vas a ser mi compadre”.
Y la tuve que acceder.
Fue así que llegué a tener
una hijita en mi comadre.
3
Andando por tierra extraña
donde me posesioné,
llegó a crecer y fue
una linda chancayana.*
En una clara mañana
llegó al pueblo la doncella;
fue de paseo esta bella
a donde yo subsistía.
Como no la conocía,
después me casé con ella.
4
Casado, mucho después
en conversación un día,
supe que era hija mía,
mi ahijada y mi mujer.
De ejemplo doy a saber
a todas mis amistades,
que estén lejos de maldades
por lo que me ha sucedido,
que antes de ser marido
fui su padrino y su padre.
* Natural de la Provincia de Chancay (Lima)
Fuente: José Matos Mar y Jorge Carbajal: “Erasmo, yanacón del valle de Chancay”,
Lima 1974: 24-25.
SOY EL PADRE DE MI PADRE
Soy el padre de mi padre,
de mi hermano soy su abuelo.
Mi entenada es mi madrastra,
siendo mi padre mi yerno.
1
Habiéndome desposado
y teniendo mi mujer,
mi padre llego a ser
con mi entenada casado.
Desde luego, con agrado,
No existe nada admirable:
mi hija política sale
resultando mi madrastra,
cuando una sorpresa ingrata,
¡soy el padre de mi padre!…
2
Después mi padre ha tenido
un hijo en la niña aquella,
siendo mi mujer su abuela,
nieto político mío
y a la vez hermano mío,
como que tiene que verlo;
tiene que reconocerlo
como que a la vista está:
siendo hijo de mi papá,
de mi hermano soy su abuelo.
3
Después vengo a resultar
-dando un verdadero dato-
de mi madrastra padrastro,
que no lo puedo negar.
Como acabo de explicar
la relación lo delata.
Con claridad muy exacta
a mi padre le hago ver:
si su suegra es mi mujer,
mi entenada es mi madrastra.
4
Por haberse enamorado
mi padre de mi entenada,
resulta de esta amarrada
parentesco complicado.
Pero está bien aclarado
que ni en mí ni en él hay celo,
y cuando él me dice “suegro”
me da risa en el momento,
pero vivimos contentos
siendo mi padre mi yerno.
Fuente: Hoja manuscrita, firmada por Carlos Vásquez a 12 de Agosto de 1938. Colección del autor.
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